Muchas veces hemos escuchado la frase “dar cera, pulir cera” y también la hemos incorporado en nuestra vida como una forma de decir “lo bueno lleva su tiempo”. Puede que Karate Kid no sea la mejor película de todos los tiempos, pero nos dejó una de las frases más inspiradoras del cine.
En la película, el maestro Miyagi empieza a entrenar a Daniel en las artes marciales asiáticas, y lo hace diciéndole que limpie el coche y lo encere. Claro, el pobre Daniel pensaba que Miyagi se estaba riendo de él como tantos otros, porque, ¿qué relación puede tener darle cera a un coche con el karate? Lo único que se le ocurría es que era el chico de los recado del maestro, y no reprocharselo, nosotros pensaríamos lo mismo. Pero lo que realmente quería enseñarle el anciano era la senda hacia el trabajo duro, pues encerar un coche no es cosa de vagos.
La frase “dar cera, pulir cera” simboliza el esfuerzo, la paciencia y la constancia. Se trata de establecer una rutina de trabajo constante para llegar a una meta, no de hacer un sprint. Porque la realidad es que “roma no se construyó en dos días”, las cosas importantes cuestan trabajo.
Hoy en día, la sociedad se ha instaurado en la cultura de la inmediatez, del “lo quiero todo ya y ahora”. No es ningún secreto que en la actualidad hemos perdido mucho la paciencia, que caracterizaba a la generación de nuestros abuelos y bisabuelos, esos que trabajaban desde la madrugada hasta la noche para llevar pan a sus casa. Ojo, que con esto no queremos decir que haya que convertirse en workaholics para tener éxito. Pero sí, que las cosas no son fáciles y que el karate como la vida, es un proceso de aprendizaje constante, de cometer errores y aprender de ellos.
Así que podríamos aprender mucho de la filosofía del “dar cera, pulir cera” que nos enseñaba el maestro Miyagi y que como ya sabemos acabó dando resultado a Daniel, que se convirtió en todo un campeón del karate.
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